sábado, 4 de diciembre de 2010

POLIFONÍA DE LA RACIONALIDAD

La característica fundamental de una orquesta es que está compuesta por diferentes voces y muy diversos instrumentos. Ni todas las orquestas tienen las mismas voces, ni los mismos instrumentos, aunque las buenas orquestas coinciden en la fundamental. El caso es que cuando hemos hablado de racionalidad hemos tenido el riesgo de adjudicársela solamente a un concepto de ciencia experimental, fundamentalmente relacionada con los objetos, a pesar de que se ha ido dando cuenta de que cada década aquellas comprobaciones eran superadas por otras nuevas y más completas. Hemos de añadir que las ciencias del espíritu aportan también una dosis interesantísima de racionalidad, pero podemos objetar algo similiar en cuanto a una palabra definitiva. La ética, el arte y la religión tienen también su partitura. E intentar excluirlos de la orquesta supone una hipoteca que nos imposibilita comprender que ya desde hace tiempo hemos definido a la persona humana como un ser racional. El problema está, a mi juicio, en que nos olvidamos del director, de la directora. Porque todas esas voces humanas e instrumentos -objetos musicales, pero objetos-, tras los que se encuentra siempre un latido humano, no pueden armonizarse y expresar su palabra -siempre parcial-, si no consienten en suspirar con ilusión tras la misma batuta. ¿En qué estamos pensando tras esta imagen?

viernes, 5 de noviembre de 2010

LA PAZ

Suenan tambores de paz en Euskadi. Los amantes de la guerra se irritan con la paz y no dejan que el olivo se pose, aunque las aguas vayan marchándose. Hablar de perdón y reconciliación -y ponerlo en práctica- hace crecer a las personas, aunque las víctimas tengan derecho a crear un arco iris propio con sus lágrimas, tan abandonadas... En el alma de la paz no hay victorias ni derrotas, porque el camino de la violencia es una derrota en quien lo alimenta, en quien lo sufre, en quien lo jalea, en quien se mantiene como espectador y no quiere mancharse las manos con posicionamientos. No hay terrenos neutros, aunque los territorios de la vida son cada vez más verdes, más azules, más ocres, y la sed de justicia no se confunde con la venganza. No es posible ya volver a la barbarie. Aun así, la paz auténtica va más allá, no es la ausencia de violencia, es un cambio de actitudes desde dentro, donde se habla de respeto, de tolerancia, de pluralismo, de convivencia, de amor, de equidad, de alteridad, de responsabilidad, de acción, de valentía, de memoria histórica viva, y de esperanza.

lunes, 27 de septiembre de 2010

COGER LA LUNA CON LAS MANOS

Ha sido como una revelación. Ha sucedido de repente, en el momento que menos lo esperaba. Yo iba a mi trabajo a primera hora de la mañana. Una madre empujaba el carrito de su niño de pocos años hacia una guardería cercana. La madre estaba pendiente de los gestos del niño y me he detenido a observarlos. ¿Por qué miraban ambos hacia el cielo? La luna era preciosa a esas horas tempranas de la mañana. Y el niño la observaba, casi llena, majestuosa entre los árboles, dorando tenuemente el cielo azul. El niño quería coger la Luna entre sus manos. La madre le contaba que no era posible cogerla, pues estaba muy lejos. El niño no estaba convencido. La madre insistía con ternura y, como el niño no terminaba de convencerse, ha proseguido su camino, empujando el carrito hacia la guardería, mietras la Luna seguía firme, alta, bella, por encima de los edificios de la ciudad. Yo estaba convencido de que era el niño quien tenía razón. Después de pensarlo en varias ocasiones a lo largo del día sigo más convencido aún, aunque cuando he llegado a mi trabajo y, al cabo de un rato, he vuelto a mirar a la Luna, ya no se divisaba en el cielo. Había desaparecido. Dicen que tiene relación con la luz, con la posición del Sol, con el avance horario. Pero yo creo que se equivocan. Ya no está el niño queriendo cogerla. Es por eso.

miércoles, 11 de agosto de 2010

APRENDER A ANDAR

Por razones que no vienen al caso, aunque probablemente alguna de ellas tiene que ver con la edad pero no se lo digáis a nadie, estoy aprendiendo a andar de nuevo. No sé si lo conseguiré. Cuando mis hijos eran pequeños me llamaba la atención la obsesión que tenían algunas personas porque alguno de ellos no aprendía a andar en el tiempo en que consideraban que debería haber aprendido. Y es que no conozco a nadie que no haya aprendido a andar, era cuestión de esperar una semana, un mes, un poco más, pero el hijo o la hija terminan aprendiendo a andar. ¡Qué recuerdos más preciosos!
El problema es que ahora uno tiene ciertos dolores precisamente porque no anda correctamente. Creía haber aprendido a andar pero la espalda, la tripa, los hombros, la cabeza, no se colocan correctamente y eso causa problemas. Si uno anda bien tiene menos posibilidades de que se le carguen determinadas partes del cuerpo y no le duelan. Pero ese aprendizaje me parece más difícil. Me han explicado cómo es, pero los resultados no terminan de ser los adecuados y, lo que es peor, creo que no terminaré de aprender a andar bien, y que iré necesitando otro tipo de apoyos para no sufrir las consecuencias de no haber aprendido a andar.
¡Con lo fácil que me parecía!

viernes, 25 de junio de 2010

ALTERIDAD CONCRETA

El tema de la alteridad representa la cuestión humana fundamental. Si yo hago daño a los demás pierdo mi dignidad humana y atento contra la dignidad humana de las demás personas. En el mundo animal, a pesar de afirmaciones en sentido contrario, existe el maltrato y la depredación con el fin de conseguir la supervivencia o mantenerse en primer lugar dentro del grupo. Entre las personas humanas hay quien ha asumido la alteridad en sentido abstracto y lucha por un mundo mejor. Grandes palabras, grandes acciones. Pero en esas grandes palabras y acciones a veces se pasa por encima de al alteridad concreta, lo que el lenguaje evangélico menciona como el prójimo, o el próximo. Ningún gran objtivo puede quitar la dignidad de una sóla persona humana. Y en ese sentido nos encontramos con una contradicción, pues suponemos que para conseguir grandes objetivos hay que realizar sacrificios de otras personas, aun atentando contra la dignidad humana. Pues esa es la tarea imprescindible en nuestro mundo. Y no es que precisamente estén resueltos los problemas de las guerras, del hambre y de la pobreza, ¡Qué grandes palabras!, sino que ni siquiera hemos comenzado a entender a quien está a nuestro lado como próximo, como prójimo, todo lo más como otra persona con la que debe competir, o como cliente, o como víctima. En fin...

martes, 8 de junio de 2010

TRES DIMENSIONES

Ahora que tanto se habla de poder ver las películas cinematográficas en tres dimensiones, puede ser el momento de volverse a plantear cuál es la tercera dimensión. Porque el espacio y el tiempo son dimensiones necesarias que condicionan la naturaleza de la vida y la naturaleza humana. Eso es así. Llegar a los límites del espacio y dominarlo, y llegar a los límites del tiempo y traspasarlo es una afición humana tan antigua que no nos atrevemos ya a llamar a la muerte por su nombre. Pero esa tercera dimensión humana, junto con el espacio y el tiempo, es la conciencia. Ya sé que algunas personas consideran que se trata de una clave diferente, pero cuando hablamos de humanidad es la misma clave, y además se trata de la dimensión superior que da sentido a nuestra vida en el espacio y en el tiempo. La ética, la conciencia, la capacidad de establecer vida auténticamente humana es el summum del progreso en la utilización del tiempo y del espacio. Y si existe tanta discordancia entre el concepto de la vida y lo que significan los seres humanos es porque hemos intentando anular la conciencia, trasgredir sus límites, negar su existencia, hacer como que no existiera, pero por mucho que se la mate, existe, aquí está en este punto y aparte de nuestras vidas, que es donde tomamos las decisiones diarias.

jueves, 3 de junio de 2010

ISRAEL

Sabemos que no es fácil interpretar la historia, pero cuando más de una decena de personas desarmadas mueren a manos de gente armada no hay más remedio que poner el grito en el cielo y denominar asesinato a la acción. El hecho de que la matanza sea realizada por un ejército legalizado no sólo no justifica el derramamiento de sangre, sino que lo agrava.
La europa que hizo posible el sangriento siglo XX se horrorizó ante el sufrimiento del pueblo hebreo en la segunda guerra mundial, pero el colectivo israelita ha sido poseido por el dolor y por el miedo a perder de nuevo la llamada tierra prometida que se ha convertido en el mayor agente de inestabilidad y de injusticia del mundo. El mal lo ha poseido. Es una forma de denominar la posesión diabólica pues, al fin y al cabo, el diablo no tiene rabo ni cuernos, pero existe en colectivos humanos. Han sufrido tanto y tienen tanto miedo en su historia colectiva que reaccíonan poseídos por el mal. Hacen daño. Realizan acciones que les escandalizarían si no estuviesen poseidos de esa manera e incluso actúan como en las tragedias griegas, como si el destino les llevase de la mano hasta donde no quieren. ¿Cómo exorcizar esta situación? Sólo su propia sociedad civil, en un ejercicio de empatía hacia las víctimas que están creando, puede hacerlo. Porque el mal también se está apoderando, y poseyendo, a esas víctimas que desde hace décadas ven violadas sus casas, sus territorios, su esperanza, en un suelo lleno de sangre y de lágrimas. Y la lucha de quien está poseido por el mal contra quien está poseído contra el mal es totalmente estéril y sólo puede crear mayor dolor y expandirse. En otra terminología se le llama el maligno.

viernes, 28 de mayo de 2010

CREAR VIDA

El doctor Craig Venter ha controlado una célula por medio de un genoma sintético y se presume de que con ello se ha creado vida artificial, como si de ahora en adelante la historia ya no fuese la misma. Hablamos de miles de millones de años en contínua evolución y si llamamos artificial a la intervención humana es que no somos muy conscientes de que somos un elemento más del universo, o del pluriverso. ¿Qué diferencia hay entre una mutación o una acción detrás de la cual se encuentra la ciencia humana? ¿Qué se dirá dentro de cuatro mil años sobre esta cuestión? El caso es que detrás de todos estos aspavientos se encuentra un reto a un Dios creador todopoderoso, pero no van por ahí las cosas entre quienes creemos en el Dios del que habla Jesús el Cristo. La vida auténtica es aquella en la que domina el amor, la fraternidad, la alteridad. Eso si que es un milagro de vida. Organizar la sociedad con armamentos, leyes injustas, guerras, torturas, discriminaciones y desigualdades no es crear vida, es destruir vida. Y es otro desafío, otro concepto de lo que busca el Dios del que habla Jesús el Cristo: otro mundo en el que no haya hambre, ni paro, ni discriminación, ni tortura, ni guerra, ni violencia... Eso sí que es difícil de crear.

lunes, 8 de febrero de 2010

LENTITUD

Cuando deseamos hacer algo que de verdad consideramos importante debemos hacerlo despacio, porque si es importante tendremos que hacerlo bien. A veces hacemos demasiadas cosas a toda velocidad y, si es cierta la primera afirmación, se trata de acciones que no tienen importancia y, por tanto, podíamos haber prescindido de ellas. Pero ahí estamos, como si fuese a acabarse el mundo.
La lentitud, por tanto, es la felicidad.
A veces, el asesinato y la guerra no es más que una forma de precipitarse excesivamente sobre algo que es importante y que podría haberse hecho de otra forma, por lo tanto se hace necesariamente mal.
La lentitud tiene que ver con la misericordia. No se me había ocurrido pensarlo antes. Misericordia conmigo mismo y misericordia hacia los demás. Se trata, al parecer, de dimensiones muy enraizadas en el tiempo, en el tiempo humano, claro.

domingo, 17 de enero de 2010

SUFRIMIENTO

Hay quien dice que hemos venido a esta vida a sufrir. Las experiencias de sufrimiento son tan enormes en algunas personas que no tienen más remedio que pensar así. Las noticias que estos días nos encontramos en todos los meduis de comunicación sobre la catástrofe de Haití confirmar que esa población, maltratada por la pobreza y por las fuerzas de la naturaleza, no tiene ojos de felicidad. Se ve a simple vista.
El problema está en que las causas de la pobreza y la miseria tienen relación con una historia, con un proceso vivido anteriormente en el que unas personas han sido maltratadas por otras, la esclavitud, la explotación... Y hoy tenemos recursos para saber que las fuerzas de la naturaleza actúan en determinados lugares de forma relativamente predecible porque hay placas tectónicas y las edificaciones se pueden realizar teniendo en cuenta estos datos. Pero allí donde hay pobreza esto es imposible.
Nos duele sobre todo el daño que nos hacen otras personas, las ausencias, las injusticias, las soledades, las persecuciones. Hemos venido a la vida para ser felices, y ese camino a la felicidad tiene mucho que ver con la justicia, con el amor, con la construcción de un mundo mejor, porque ni siquiera el consumo nos alivia del sufrimiento. Más aún, el índice de suicidios y depresiones se es alto en sociedades muy desarrolladas. Cambiar por dentro y por fuera nos enfila hacia la felicidad y nos aleja del sufrimiento.