domingo, 3 de mayo de 2009

UNA PERSONA, UN PUESTO DE TRABAJO

Este primero de mayo, además de escenificar la desunión sindical en Euskadi, nos recuerda que hay cuatro millones de personas paradas en España. El trabajo es utilizado como una mercancía, pero es parte de la sangre y del sentimiento humano. La ética no está presente en la economía. Sufrir en propia carne el efecto del paro, quiebra de la autoestima, sinsentido en el modo de vida, desesperanza... Vivimos cuatro días y numerosísimas personas tienen carencias importantes para que no les duela el alma, o el rincón más cálido de la conciencia. Otros sistema económico ha de ser posible, con pleno empleo, con dignidad, donde la solidaridad sea algo más que una palabra. El mundo del trabajo es la manera humana de crear. Si no hay acceso al mundo del trabajo dejamos sin completar un elemento fundamental de la persona como ser humano, no como número frío y oscuro en una estadística. La implantación de la tasa Tobin y la eliminación de los paraísos fiscales son dos propuestas interesantes para aligerar un poco el sistema, pero en realidad se trata de algo mucho más complejo y profundo. Una persona, un puesto de trabajo.