EL MENSAJE DE ο (ÓMICRON)

α β γ δ ε ζ η θ ι κ λ μ ν ξ ο π ρ σ τ υ φ χ ψ ω son las letras del abecedario griego que están dando nombre a las diferentes variantes de esta desafortunada pandemia. Ya sabíamos que si no se vacunan todas las personas de los diferentes países, el virus no entiende de fronteras, aunque nos empeñemos en decir que las cerramos y, aunque algunas personas se empeñan en no vacunarse, como una muestra de hasta dónde puede llegar la insensibilidad e insolidaridad humana, el virus avanza. Y es curioso que la OMS se ha saltado dos letras, la ν (Ni) y la ξ (Xi). Se dice que se ha saltado la ν para evitar confusiones, y la ξ (Xi), para evitar ofensas. Resulta que el señor Xi Jinping es el presidente de China, uno de los países más poderosos de la Tierra, y bastantes pulsos ha echado la OMS con dicho presidente como para no doblarse como el junco y evitar polémicas inútiles. Por cierto, la OMS quizá se haya saltado la ν para que no se note demasiado su decisión. En fin, que lo importante sigue siendo que se vacune toda la ciudadanía y que se liberen las patentes de las vacunas, porque la extrema desigualdad entre países, fruto de este sistema económico, es un auténtico atentado a los derechos humanos y el virus nos pregunta a la cara y su correspondiente mascarilla qué es eso de las desigualdades en el mundo.

ALARMA ROJA EN LA CONCIENCIA

Ahora que han terminado las elecciones, releo algunas reflexiones de Javier Martínez, arzobispo de Granada, en las que indica que ve con preocupación el hecho de que hay personas católicas que defienden el voto a una determinada fuerza política emergente porque es más cercana a la “visión católica del mundo”. Argumenta el prelado que hay una parte considerable de quienes nos decimos personas católicas que no sabemos lo que es el cristianismo, y eso nos permite confundirlo con determinadas ideologías, y que cuando a comienzos del siglo pasado, en Francia, L’Action Française quería restaurar la cultura cristiana, pero sin Cristo, muchas personas católicas lo apoyaron; pero en 1926 el Vaticano se pronunció en contra de votar a tal partido. El hecho es que muchas personas católicas no hicieron caso a ese posicionamiento, y la mayoría de quienes votaron a tal partido terminaron “echándose en brazos de Hitler y de Mussolini”. Así que, indica Javier Martinez, no necesitamos un gobierno que apoye al cristianismo. Y considera que cuando esa “supuesta defensa de la cultura de la familia y la vida se contrapone a la caridad social y política para con los barrios marginales o con los emigrantes, alguna alarma roja debería encenderse en nuestra conciencia” ¡Chapeau!

FALTA AMOR

En Siria, Yemen, Sudán del Sur y otros cientos de países, los armamentos dibujan la conciencia ética del mundo. Miramos hacia otra parte porque nos falta sensibilidad hacia los problemas ajenos, falta amor. La solidaridad es la ternura de los pueblos, y en un mundo donde se persigue a las organizaciones solidarias, que también tienen sus sombras, la radiografía acierta. Pero no hay que rendirse, porque el amor es más fuerte que la muerte, y a pesar de las sombras, siempre amanece.

UNA OLA DE DOLOR EN NUESTRAS COSTAS

UNA OLA DE DOLOR EN NUESTRAS COSTAS El mar de la sangre ha llegado hoy a las costas de nuestro corazón, como lo hizo antes en Londres, en París... Una ola de dolor concita lágrimas negras en el regazo de nuestros sentimientos y abrazamos los cadáveres tendidos en las Ramblas, el centenar de víctimas heridas que supuran preguntas sin respuesta. Duele esa ola de dolor y sufrimiento que invade el mundo, como lo hace en Siria, en Irak, en Afganistan, en el norte de África, en el centro, y en todos los países a los que vomitamos nuestras empresas de armamento y odio disimulado que tantas olas de dolor provoca en ese mar de sangre comprada por los traficantes ideológicos y económicos de la muerte. Ha llegado la ola de dolor a nuestras costas, como llegan los náufragos del mar y sangre de la guerra a nuestras insensibles fronteras. Nos queda reciclar el corazón, no alimentar el áspid de odio e injusticias. Nos queda lo que ya no cabe en estas palabras. josé Serna Andrés

LEGITIMAR LA DICTADURA Y LA CORRUPCIÓN

Es necesario preguntarse por qué gobiernos corruptos o totalitarios están consiguiendo cuotas de poder increibles en determinados países después de unas elecciones democráticas. En primer lugar, es preciso globalizar a las masas. El fútbol, la falta de ética, la incapacidad de análisis, la cultura de la competitividad, el darwinismo social y otras zarandajas contribuyen a crear una masa social acrítica. Y si se recortan los recursos en educación y cultura, la democracia se va gangrenando hasta que lleguen quienes dicen salvar al pueblo, y afirmarán que no hay más remedio que utilizar la cirujía del ejército y el recorte total de libertades. Veremos.

¿IRRACIONALIDAD?

Hoy se habla de un desencantamiento de la racionalidad instrumental. No se trata de hacer ninguna campaña contra la ciencia, que está basada en la lógica de las cosas, sino de acotarla. Desde ahí no se puede interpretar toda la realidad. También hay una racionalidad simbólica, basada en las personas, en la profundidad humana, y, en ese contexto el arte y la literatura son un aspecto más de lo que llamamos polifonía de la racionalidad. No es la única racionalidad la racionalidad instrumental. En la lógica simbólica, sin menospreciar la racionalidad instrumental, hay un plus de sentido, y por eso hablamos de un lenguaje trascendente que rebosa libertad, muerte, solidaridad, profundidad, alteridad. No se trata de sustituir la racionalidad instrumental, se trata de afirmar la racionalidad simbólica, de decir que hay una complementariedad

REGALO DE NAVIDAD

Me puse a escuchar la nieve. Hacía mucho tiempo que lo deseaba, pero el ruido del despacho que acababa de abandonar no me lo permitía. Me senté en el suelo. Puse mi oído sobre la nieve. Sentí una sensación extraña, porque no hacía frío. Una luz permanente iluminó toda la calle. Entonces levanté mis ojos hacia el cielo y vi la luna. ¡Qué bella! ¡Seguro que deseaba transmitirme algún mensaje! Ya no podía oir la nieve, pero el reflejo de aquella luz era como un sonido permanente. No sé cuánto tiempo pude estar así. Cuando me acercaba a casa me di cuenta de que llevaba las manos vacías, sin regalos, y además era ya muy tarde. Les expliqué lo que había sucedido y decidimos subir al tejado, que también estaba lleno de nieve. ¡Vaya que la escuchamos! ¡Y navegamos en la luz de la luna entre las estrellas! ¡Menuda mensajera! Desde entonces mi familia es mi mejor regalo. Y lo intercambiamos a la perfección. josé Serna Andrés