sábado, 5 de enero de 2008

LA SEDUCCIÓN DE LA MONTAÑA

Me seduce la alta montaña, y con la misma intensidad me da miedo hasta tal punto que renuncio a ella, a la escalada, a la ascensión entre carámbanos y paisajes no hollados, pero me subyuga con la misma intensidad la mística de solidaridad y de supervivencia que se produce entre los grupos humanos que la visitan, una persona, otra, y alguna otra mas en el espacio vacío y helado, en kilómetros a la redonda...

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