viernes, 16 de diciembre de 2011

LA REALIDAD PARTIDA

En la comunicación hablamos siempre de lo objetivo y de lo subjetivo. Un mensaje se comunica con informaciones concretas, datos, derivados del conocimiento, dirigidos a la inteligencia, pero siempre hay alguien que recibe ese mensaje, que lo transforma debido a sus experiencias individuales, a la subjetividad, al sentimiento, al miedo, al deseo. Y ese mensaje se ha transformado. Alguien diría que se ha deteriorado, pero la situación de quien lo recibe es también parte del mensaje. Aquí tenemos una confrontación entre la ciencia, con sus códigos muy estructurados, y el arte, con sus códigos tan abiertos, tan posibilitadores de creatividad que parecen dos mundos enfrentados. Hay grandes artistas que no han renegado de la ciencia, o que a la vez que dedican una parte de su vida a la ciencia, empeñan el resto de su tiempo en el arte, como una forma de completarse como personas. El mundo de los sujetos y el mundo de los objetos han de convivir, en desarmonía. Efectivamente.

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